Un postre tan fácil como rico. Compré hojaldre redondo en el Lidl, no sabia que lo tenían así, me ha parecido tan bueno como el de siempre.
No la terminamos el día que la preparé y al día siguiente pierde bastante. Está bueno, bueno, si lo comemos como mucho un par de horas después de prepararlo. El hojaldre se humedece cuando lleva un tiempo.
La receta la saqué del libro LA COCINA DE ISASAWEIS. La crema pastelera me ha gustado mucho, sale la justa para este tamaño de hojaldre.
INGREDIENTES
2 masas de hojaldre refrigeradas
Almendra en granillo o laminada
Un huevo batido
Canela en polvo
Azúcar glas
Para la crema pastelera
2 huevos
150 gr de azúcar
80 gr de harina o maizena
1/2 litro de leche tibia
Para aromatizar: Piel de naranja o limón, 1 rama de canela o vainilla (fue lo que yo utilicé)
PREPARACIÓN
Preparamos primero la crema pastelera.
Ponemos los huevos en un bol y los batimos muy bien con unas varillas. Añadimos el azúcar y batimos todo de nuevo. Incorporamos la harina y mezclamos bien hasta que quede integrada.
Añadimos un poco de leche tibia, removemos, incorporamos el resto, removemos. Tiene que quedar como una crema.
Ponemos la mezcla en un cazo y añadimos lo que hayamos elegido para aromatizar. Ponemos al fuego, sin parar de dar vueltas dejamos hervir durante 10 min, veremos que va espesando.
Sacamos del fuego y dejamos enfriar. Para que no se haga costra ponemos un film bien pegado a la crema.
Dejamos enfriar.
Precalentamos el horno a 180º calor arriba y abajo.
Colocamos la masa de hojaldre sobre una bandeja de horno forrada con papel vegetal. Pinchamos toda la superficie. Extendemos la crema pastelera dejando como un centímetro libre hasta el borde.
Pintamos con huevo batido el borde que hemos dejado sin relleno.
Ponemos por encima la otra masa de hojaldre también pinchada y sellamos apretando bien con un tenedor para que no se salga la crema.
Pintamos la superficie con huevo batido y espolvoreamos con granillo de almendra o almendra laminada, cocemos alrededor de 30 min o hasta que esté bien dorado.
Dejamos enfriar sobre una rejilla y a la hora de servir adornamos con azúcar glas.